San Francisco ha tenido un papel importante en la historia de la legalización del cannabis en California. La ciudad ha sido pionera en la adopción de políticas relacionadas con el uso medicinal y recreativo del cannabis, y ha sido un lugar clave para la movilización y el apoyo a la legalización gracias a grupos de activistas y entusiastas de los beneficios que entrega esta planta sagrada.
En los años 90, San Francisco fue uno de los primeros lugares en California en adoptar políticas de despenalización para el posesión de cannabis de pequeñas cantidades, con el objetivo de reducir la carga en el sistema de justicia penal, pues al igual que muchos países como México que tienen sus cárceles llenas de usuarios consumidores del cannabis, el gobierno de San Francisco reconoció que los consumidores no podían ser tratados como delincuentes, sino como pacientes médicos y despenalizo la posesión de cannabis en cierto gramaje.
En el año 2000, el Concejo Municipal de San Francisco adoptó una política de prioridades bajas para el delito relacionado con el cannabis, lo que significa que la policía se enfocaría en delitos más graves y no perseguiría a los usuarios de marihuana.
Esto permitió que durante la siguiente década se desarrollarán avances importantísimos en materia de cultivo y experimentación con la planta. Por ejemplo, en esa década y gracias a esta despenalización que abrió la mente de la sociedad san franciscana se crearon las genéticas o variedades de plantas que han fundado las bases del mercado que hoy conocemos.
A su vez, esta fue la época en que las principales marcas de nutrientes especializados en cannabis y equipo para cultivo como iluminación, sistemas de riego, etc. Esto propició que cada ves más personas se animaran a cultivar pues estas empresas de fertilizantes creaban formulas que hacían más fácil todo el proceso.
En 2010, San Francisco fue uno de los primeros lugares en California en establecer un sistema de permisos para la venta de marihuana medicinal. Esto no solo ayudó a la economía local, también ayudó a cientos de growers (cultivadores) que se esforzaron por cultivar la mejor marihuana pues ahora tenían quien se las adquiriera de manera segura sin la necesidad de involucrarse con el mercado negro.
Por otro lado, durante los siguientes años el estado tuvo la oportunidad de corroborar los beneficios y las ventajas económicas y sociales que una despenalización y regulación sobre la producción, el consumo y la venta de esta planta traerían a la sociedad, y así paso...
En 2016, con la aprobación de la Propuesta 64, San Francisco se convirtió en uno de los primeros lugares en California en permitir la venta y el consumo de marihuana recreativa para adultos mayores de 21 años, también promovió la retroactividad de los delitos relacionados con la marihuana previos a la legalización, reduciendo los antecedentes penales y ayudando a personas que habían sido perjudicadas por la política anterior. Esto hizo que muchos presos (principalmente personas de descendencia afroamericana y latina) salieran de la carcel.
La legalización en San Francisco se dió en primer lugar para pacientes médicos que para poder comprar y consumir cannabis debían adquirir una receta médica firmada por un doctor autorizado por la ciudad, pero después gracias a la propuesta 64 se aprobó su consumo para fines recreativos, esto significa que era necesario padecer una condición médica para utilizarla, sino que se aprobaba que todo mayor de 21 años tenía el derecho de consumirla por diversión, religión o cultura.
Después de que se aprobara la Propuesta 64 en noviembre de 2016, las autoridades estatales y locales comenzaron a trabajar en la regulación de la industria del cannabis. A partir de enero de 2018, el Departamento de Agricultura de California comenzó a emitir licencias para cultivadores de cannabis; sin embargo, el proceso de otorgamiento de licencias fue retrasado debido a la complejidad de las regulaciones y la necesidad de cumplir con las leyes federales que hasta el dío de hoy siguen siendo prohibitvas en el uso y comercialización de la planta. A finales de 2018, San Francisco había otorgado solo unas pocas licencias para tiendas de cannabis.
A principios de 2019, San Francisco comenzó a otorgar más licencias para tiendas de cannabis y cultivadores, y a medida que avanzaba el año, el número de tiendas de cannabis en la ciudad continuó aumentando. Sin embargo, el proceso de obtener una licencia todavía fue difícil para muchos interesados debido a los altos costos y a las regulaciones estrictas. Esto provocó que grupos activistas en representación de minorías como la latina o la afroamericana lucharan por su derecho de obtener licencias ya que esta nueva industria solo había sido permitida y explotada para personas de origen caucásico y américano.
En el 2020 debido al COVID-19 algunos cambios surgieron y se permitió la venta de cannabis para llevar y la entrega a domicilio para que los negocios pudieran mantenerse en marcha, pero el proceso de otorgamiento de licencias siguió siendo lento.
Hasta el 2021, el proceso de obtención de licencias sigue siendo un desafío para muchos interesados en la industria del cannabis en San Francisco, pero el número de tiendas de cannabis en la ciudad ha continuado aumentando y con el, el número de cultivadores que son los proveedores de las excelentes flores que se venden en todo San Francisco, ciudad considerada de una de las capitales del cannabis en el planeta.
En resumen, San Francisco ha sido un lugar líder en la adopción de políticas relacionadas con el cannabis, y ha sido un importante centro de apoyo para la legalización del uso medicinal y recreativo del cannabis en California. La ciudad ha sido pionera en la adopción de políticas de despenalización y permisos para la venta de marihuana medicinal, y ha sido un lugar clave para la movilización y el apoyo a la legalización del uso recreativo del cannabis en 2016.