Hasta hace muy poco tiempo, el cannabis o marihuana era prohibido en absolutamente todos los países del mundo; sin embargo, gracias al trabajo de activistas y la sociedad en general, muchos estados han optado por despenalizar y reconocer las ventajas terapéuticas de la planta y por eso empezamos a ver países como Uruguay o Colombia que legalizan el consumo, el cultivo y hasta la venta de esta hierba cambiando totalmente el enfoque con la que estas autoridades persiguen y castigan estas autoridades.
Sin embargo, a pesar de que la opinión pública mundial está cambiando respecto de la cannabis, aún existen algunos países cuyas leyes son muy severas para esta planta. Aquí te mostramos algunos donde te podrían incluso castigar con la pena de muerte:
1.- Malasia:
La posesión de cannabis en Malasia es considerada un delito grave y puede resultar en una pena de muerte. La venta, distribución y cultivo también son castigados de manera muy estricta. Si te descubren fumando o portando o cultivando cannabis, puedes enfrentar una pena privativa de libertad de varios años, multas severas y castigos corporales, como azotes. Además, la ley malasia no distingue entre drogas duras y drogas blandas, por lo que las penas son las mismas para ambas. Es importante tener en cuenta que las leyes de drogas en Malasia son muy estrictas y se aplican de manera rigurosa.
2.- Singapur:
Singapur tiene una política de tolerancia cero para el cannabis, la posesión, el tráfico y el consumo de drogas (incluyendo cannabis) son delitos graves y están castigados con penas privativas de libertad severas y multas. Si te descubren portando cannabis, puedes enfrentar una pena privativa de libertad de entre 2 a 10 años y una multa de hasta $20,000. Si te descubren vendiendo o distribuyendo cannabis, la pena privativa de libertad es de entre 5 a 20 años y una multa de hasta $40,000. Además, Singapur tiene una política de "cero tolerancia" para las drogas, lo que significa que incluso cantidades muy pequeñas de drogas pueden llevar a graves consecuencias legales. Es importante tener en cuenta que las leyes de drogas en Singapur son muy estrictas y se aplican de manera rigurosa. Este estado no distingue entre drogas duras o drogas blandas, las castiga a todas por igual.
3.- China:
La posesión, el tráfico, el cultivo y el consumo de drogas (incluyendo cannabis) son delitos graves y están castigados con penas privativas de libertad severas, multas y hasta la muerte.
La ley china establece diferentes penas dependiendo del tipo y cantidad de droga con la que te descubran. El tráfico y el tráfico grupal (delincuencia organizada) son considerados como los delitos más graves y están castigados con penas de prisión de más de 10 años y multas severas. Además, la ley china prevé la pena de muerte para casos este tipo de casos de tráfico de drogas, considerados como graves.
Es importante tener en cuenta que las leyes de drogas en China son muy estrictas y se aplican de manera rigurosa, y que las autoridades chinas llevan a cabo campañas regulares para detectar y castigar a los delincuentes relacionados. Desgraciadamente, China no distingue ni separa la cannabis de otras sustancias, por lo que la marihuana entra en todos los castigos de ese gobierno.
4.- Arabia Saudita:
La posesión, venta, distribución y cultivo de cannabis en Arabia Saudita son considerados delitos graves y están castigados con penas de prisión prolongadas y, en algunos casos, incluso la pena de muerte.
Arabia no distingue ni separa a la marihuana de drogas duras por lo que las castiga por igual; sin embargo, la severidad del castigo depende de la cantidad y de la situación específica en la cuál detengan al implicado.
Entre los principales castigos destacan, penas privativas de libertad que pueden extenderse hasta cadena perpetua según la gravedad y la naturaleza del delito.
Multas severas equivalentes a varios miles de dólares.
Castigos corporales como azotes, muy comunes como castigo por posesiones pequeñas de marihuana.
La pena de muerte también está contemplada en las leyes de Arabia Saudita para delitos graves y específicos los cuales pueden estar relacionados con drogas como la marihuana.
5.- Rusia:
El cannabis es ilegal en Rusia, y la posesión, venta, distribución y cultivo son castigados con penas de prisión prolongadas, pues son considerados delitos graves y son juzgados como tal. Por ejemplo, una posesión pequeña para uso personal, puede ser castigada con hasta 2 años de cárcel y trabajos comunitarios forzados, lo mismo aplica para el auto cultivo con fines de consumo personal.
Pero cuando se trata de cultivo o distribución grupal, esta pena puede extenderse a más de 15 años, hablando específicamente de marihuana, ya que las penas para otras sustancias, denominadas duras, puede llegar hasta cadena perpetua. Rusia sí diferencia la marihuana de otras sustancias, pero igual sigue siendo ilegal su portación, consumo y cultivo y es una actividad muy perseguida por las autoridades rusas.
6.- Indonesia:
En Indonesia, la posesión y el consumo de cannabis puede resultar en una pena de prisión de hasta 4 años; sin embargo, la venta, la distribución y el cultivo son castigados con penas aún más severas de hasta 20 años. Sin embargo, el tráfico grupal y organizado relacionado con cannabis pueden contemplar la cadena perpetua. Las autoridades indonesias llevan a cabo campañas regulares para detectar y castigar a los delincuentes relacionados con drogas. Es importante mencionar que las leyes y castigos en Indonesia son muy severos, inclusive en algunos casos puede llegar a ser la pena de muerte para delitos relacionados con drogas.
7.- Brasil:
En Brasil, la posesión de drogas para uso personal no está considerada un delito, sino una falta administrativa, pero el tráfico y la producción de drogas son delitos graves y están castigados con penas privativas de libertad severas.
La ley brasileña establece diferentes penas dependiendo de la cantidad de droga involucrada y de la naturaleza del delito. El tráfico de drogas está castigado con penas privativas de libertad de hasta 15 años, y el tráfico grupal está castigado con penas privativas de libertad de hasta 30 años.
Es importante tener en cuenta que las leyes de drogas en Brasil son estrictas y se aplican de manera rigurosa, y las autoridades brasileñas llevan a cabo campañas regulares para detectar y castigar a los delincuentes relacionados con drogas. Además, las autoridades brasileñas tienen la facultad de intervenir en las comunidades de drogas para evitar su reproducción y propagación.
Sin embargo, el gobierno brasileño ha adoptado un enfoque más humanitario en la política de drogas, enfocándose en la rehabilitación y reintegración de los adictos al sistema en lugar de la represión.