Al igual que en muchas partes del mundo, especialmente en América Latina, la legalización del cannabis en Argentina ha sido un tema candente en los últimos años gracias a una creciente movilización de la sociedad civil activista y en consecuencia al posterior cambio en la postura de las autoridades políticas en algunos estados.
Mientras que países como Uruguay y Colombia despenalizan la marihuana de formas muy distintas acorde a las necesidades de sus específicos pueblos, Argentina se suma a esa nueva ola de legalización y aquí te tenemos como se han desarrollado los hechos. Esta es la historia de la legalización de la marihuana en Argentina. Muchas Felicidades a todo el pueblo argentino ¡Lo lograron!
En el año 2017, se presentaron varios proyectos de ley en el Congreso argentino para legalizar el uso medicinal y recreativo del cannabis. Estos proyectos fueron impulsados principalmente por organizaciones de derechos humanos y grupos de pacientes que abogaban por el acceso al cannabis como tratamiento para ciertas afecciones médicas. Al igual que en México, el inicio de la discusión se debe a la necesidad de las personas de beneficiarse de todas las bondades de la planta)
En 2018, se dieron varios pasos importantes en la regulación del cannabis medicinal. En julio el Ministerio de Salud de Argentina emitió una resolución que establecía las condiciones para el uso del cannabis medicinal y constó en que la marihuana medicinal podría ser utilizada para tratar a pacientes con enfermedades crónicas, dolores severos y enfermedades neurodegenerativas, despenalizando totalmente su uso para personas con necesidades médicas.
En noviembre de 2018, se aprobó la Ley 27.350, que regulaba el uso terapéutico y paliativo del cannabis. La ley establecía que sólo los pacientes con enfermedades crónicas y dolores severos podrían acceder al cannabis medicinal, y solo bajo receta médica. Este fue el primer paso a la regularización abriendo la puerta para que la ciudadanía argentina se beneficie de las bondades terapéuticas de la planta.
En 2019, se presentaron nuevos proyectos de ley para legalizar el uso recreativo del cannabis, impulsados por un creciente movimiento de la sociedad civil y el apoyo de algunos políticos progresistas. Sin embargo, estos proyectos no prosperaron en ese momento. La postura del gobierno se mantuvo en sólo permitir el consumo de cannabis por razones médicas; sin embargo, sí se realizaron varios avances en materia de investigación y desarrollo que eventualmente propiciaron una ley menos restrictiva y más abierta al consumo recreativo.
En 2021, el gobierno argentino anuncia la legalización del cannabis para uso recreativo, se espera que esta nueva normativa permita la regulación de la industria, reducción de la violencia relacionada con el tráfico de drogas, y aumentar los recursos para la salud pública, entre otros beneficios.
En el año 2022 el presidente Alberto Fernández, y el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, anunciaron la promulgación de la Ley de Cannabis Medicinal y Cáñamo Industrial el 6 de mayo de 2021. Esta nueva legislación busca crear 10,000 puestos de trabajo en los próximos 10 años, generar 500 millones de dólares en ventas al mercado interno y 50 millones de dólares en exportaciones. La ley promueve mecanismos de autorizaciones para los productores y comercializadores, y estrategias de seguridad, fiscalización y trazabilidad en la cadena.
El objetivo es brindar un marco regulatorio para la inversión pública y privada en toda la cadena del cannabis medicinal y complementar la actual legislación, la Ley 27.350, que autoriza el uso terapéutico y paliativo del cannabis. Además se creará una agencia reguladora llamada ARICCAME (Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal) con el objetivo de regular, administrar y fiscalizar toda la cadena productiva de cannabis y cáñamo, también otorgando y administrando autorizaciones para producción y comercialización, especialmente enfocando en PyMES, cooperativas y economías regionales.
En conclusión, la legalización del cannabis en Argentina ha sido impulsada principalmente por organizaciones de derechos humanos y grupos de pacientes, y ha sido apoyada por algunos políticos progresistas. A pesar de los obstáculos, la legalización del cannabis ha traído importantes beneficios para la ciudadanía argentina, tales como mejorar la salud pública, reducir la violencia relacionada con el tráfico de drogas y crear una industria regulada y controlada.